viernes, 13 de agosto de 2021

Columna La Fuente de La Opción de Chihuahua

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LE SOPLA

El que se quema con leche hasta al jocoque le sopla, parece ser el dicho que aplica a la declaración de El Loerilla. Eso de que se la llevará calmado con Maru Campos, sonó más hueco que una moneda de 27 pesos con 10 centavos que cae sobre el pavimento. Su Jefe Lopitosh vino con el hacha desenterrada y el tum-tum de los tambores de guerra sonando por todo el estado. Ambos levantaron del piso a El Paisita, que dejará al estado con un déficit de 8 mil mdp, un socavón de 4 mil mdp en Pensiones, una deuda superior a los 65 mil millones de pesos y un enorme cúmulo de demandas y atropellos. Tanto Amlo como Loera, dijeron que Corral era súper, que Chihuahua no lo merecía y que era un Gobernador honesto. Pero fue pura simulación, porque años y meses atrás, López Obrador dijo que El Paisa era un político que no había elevado la voz por el fraude de 2006, que todo lo que había hecho en Chihuahua había sido pintar las casetas de azul y que era un conservador. Pero dos rayadas después aseveró que Corral era un progresista, defensor de libertades y honesto como nadie. O seáse, no hay seriedad en el discurso oficial y, por tanto, nadie tiene por qué creerle a El Loerilla que se la llevará calmado. No es su naturaleza, pues, como reza la anécdota del escorpión, que nunca falla.

FECHA AL IPHONAZO

Un Juez de Primera Instancia fijó fecha y hora para revisar el decreto de No Ejercicio de la Acción Penal en el caso del Iphonazo. Juan Javier Cornejo Paéz señaló el día 13 de septiembre a las 09:30 horas para revisar en control judicial el acto impugnado de la titular de Inspección Interna. Recuérdese que el pasado 16 de julio de 2021, el Agente del Ministerio Público, Luis Isaías Olivas Olivas, le dio carpetazo al expediente 19-2019-27422. Su superior, es decir, su jefa, Edna Edith Alvídrez Manquero, Directora de Inspección Interna de la Fiscalía Especializada en Control, Análisis y Evaluación, le dio el visto bueno, o seáse, le dio el vobo a ese decreto. Según su estimación, la denuncia interpuesta por el reportero de La Opción de Chihuahua, no contenía elementos para ameritar una ivnestigación, que por cierto debió ella desahogar y la tiró al cesto de la basura ministerial sin más ni más. El reportero presentó una impugnación ante un Juez de Control, para que éste decida si fiscalía debe o no integrar esa Carpeta de Investigación contra Corral, Escamilla y sus secuaces, o si es correcto enviarla al limbo, en donde había descansado los últimos dos años. Si procede, para esa fecha quien será investigado deberá comparecer a Juicio, si esa carpeta fuera judicializada, por los delitos de Abuso de Poder y Uso Ilegal de la Fuerza Pública, como El Ciudadano Corral y no como el prepotente y soberio Gobernador del Estado, pues habría sido despojado ya del fuero constitucional, de su glamorosa escolta y los aviones turísticos oficiales.

MARATÓN DE CENAS

Corral sigue con el maratón de cenas y chelas, no cabe duda, a todo vapor, con fuerza inusitada, antes que se le acabe el fuero. La noche del miércoles estuvo en el Epoca, ese restaurante que se halla ubicado sobre el Perijuv y al que solo pueden ir aquellos que saben de maridaje entre carnes y vinos. No cualquiera, diría Juan Enrique López Aguirre, conductor del Programa No le Cambie. El Paisita estaba acompañado por una mujer que La Fuente no pudo identificar y por Manuelito del Castillo, el destartalado vocero del Gobierno del Estado. Ya Corral se siente protegido por el manto amparista de Palacio Nacional. Sin embargo, hay que señalarlo, parece que 48 horas después le revocaron el acuerdo, según el discurso ése de que los nuevos Gobernadores no deben ser tapaderas de los salientes (¿O solo en Chihuahua si?). Como sea, hundido el barco, naufragado el proyecto, el primero en brincar, como dice el dicho, fue Corral, al grito de sálvese quien pueda. Dejó abandonada a la tripulación y por eso es lógico que ahora cada quien nade con sus propios guajes. Ha perdido tanto poder que ni Panchito Muñoz -dicen, dicen, solo dicen- le saluda, molesto porque en su lista de sospechosos está el propio Gobernador. Es que, ¿quién más podría saber que se llevó dos botellas de la cava de palacio sin regresarlas?

LAME DUCK

Alejandra de la Vega anda como Lame Duck, el Patito Cojo, personaje de aquella famosa leyenda norteamericana. La funcionaria estatal de la administración saliente, con afanes transexenales, al estilo de la vieja anécdota, ha invitado a comer y ver juegos de los Bravos de Juárez a quien le mira posibilidades de tener lo que quien se va pierde a borbotones. No es, tampoco, nada nuevo, porque al menos se ha mantenido así, durante los últimos tres sexenios.  El Patito Cojo, en sus afanes releccionistas en posiciones de poder, no sigue el ritmo de la bandada, pero aspira a mantener su estatus político por cuenta propia. ¿Qué dirá el saliente al saber finalmente cuál es la pata de la que cojea no una sino varios o muchos de sus colaboradores? Lame duck, lame duck, se va el poder, se va el poder, y no hay mucho ya qué hacer (o más bien nada). ¿No sería mejor salir con dignidad del cargo, rendir cuentas y entregar el puesto de la mejor manera posible? Como sea, de cualquier manera, sería entender el nuevo escenario político en el estado que tratar de representar aquella vieja dramaturgia que a pesar de los años se repite en el contexto de los cambios y que, en esta ocasión, al parecer, no tendría buenos resultados.

 

 

 

 

 

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