Carta de Fernando Baeza a AMLO: calidad literaria y diplomática. Caso Flores en Delicias: ante la abulia e irresponsabilidad gubernamental.
Como
oportuna y acertada, sin duda alguna, puede calificarse la respetuosa carta
pública dirigida por el ex-gobernador Fernando Baeza Meléndez al presidente
Andrés Manuel López Obrador, días atrás, en la víspera de la visita de éste a
Chihuahua. En la misiva, mediante la cual Baeza no solo da la bienvenida a
López Obrador a estas tierras bárbaras del norte mexicano, el ex-mandatario
chihuahuense hace gala de la proverbial diplomacia y buen trato político que lo
distinguen, pues con el debido cuidado de las formas le pide al presidente
entablar un diálogo franco con los productores agropecuarios de Chihuahua para
atender bajo una perspectiva real, y desprovista de posturas subjetivas, los
reclamos de la gente del campo en relación a la problemática suscitada por la
extracción del agua de las presas de Chihuahua.
La buena prosa contenida en la carta del ex-gobernador Baeza hacia
el presidente López también puede catalogarse incluso como poética, pues con
adecuado manejo literario fortalece los argumentos políticos que en ella
expresa, al ligarlos al tema y los conceptos del famoso libro
“Crónica de un país Bárbaro” que retratan de cuerpo entero a la geografía y la
idiosincrasia de la gente de Chihuahua. Es una buena hechura,
indiscutiblemente, desde los puntos de vista político y
literario, la epístola enviada por Baeza Meléndez a López Obrador.
En días recientes el ciudadano deliciense José Luis Flores García hizo
públicas las dificultades que ha enfrentado para que el actual Gobierno de
Delicias le reconozca y respete su derecho de propiedad, sobre unas fosas
mortuorias ubicadas en el panteón municipal. Dichos predios son resultado de
una herencia familiar cuyo dueño original fue Manuel García Villegas (+)
-abuelo materno del señor Flores-, y se hallan pagados a perpetuidad. Tal pago
y el derecho de propiedad constan en un documento oficial emitido el 30 de
julio de 2013 por la Administración de Panteones de esa municipalidad.
No obstante el evidente derecho que le asiste a José Luis Flores,
las autoridades de Delicias han permanecido inmóviles ante los reclamos
públicos que éste ha formulado. Tal desdén o indolencia es una mala señal del
gobierno frente a la opinión pública, y particularmente ante sus gobernados. La
apatía mostrada no solo por la Dirección de Servicios Públicos Municipales,
sino también por la oficina misma de la Presidencia Municipal, reflejo el
desinterés, la pereza y la falta de voluntad para atender un asunto que es
competencia de ese nivel gubernamental. Resulta clara la negligencia derivada
del omiso comportamiento mostrado en el presente caso por parte del Gobierno
Municipal.
La evasiva actitud asumida por la actual administración municipal
de Delicias respecto al caso Flores, contraviene al trabajo, la lealtad y la
constancia -valores históricos que constituyen la identidad del pueblo
deliciense y conforman el lema del emblema heráldico de su municipio-. Tal
postura tampoco corresponde a la construcción de una patria ordenada y
generosa, que supuestamente tienen el deber de procurar los actores políticos
que como el presidente de Delicias, son emanados del PAN. La omisión y el
silencio de las autoridades dan lugar a las especulaciones. Pareciera que en
Delicias rige hoy un gobierno ciego, sordo e irresponsable frente a las justas demandas
de sus gobernados.
El alcalde Eliseo Compeán Fernández y el Director de Servicios Públicos
Municipales, Carlos Lara Hidalgo, tienen frente a sí una disyuntiva: cumplir la
responsabilidad y obligación que ambos tienen como servidores públicos, para
atender y resolver en modo serio el caso del señor José Luis Flores García; o
continuar aplicando la política de la avestruz y mantener metidas sus cabezas
bajo tierra para no ver, no escuchar, no sentir y no atender lo que pasa a su
alrededor. La ciudadanía deliciense eligió a su actual gobierno para lo
primero, y no para lo segundo. El presidente municipal Eliseo Compeán tiene la
última palabra.
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